La imagen es desgarradora, no se trata únicamente de una imágen tomada en un país que lleva un buen rato en guerra, esta fotografía deja ver en la cara de la pequeña Hudea toda la comprensión de lo que es un arma, el conocimiento de lo que pueden hacer los hombres con un arma, pero principalmente demuestra una consciencia de la muerte ¡Todo esto en la mente de una niña de cuatro años!
Después de verla y tras muchos intentos de desamarrar el nudo en la garganta que me dejó Hudea, me puse a pensar sobre lo lejos o cerca que estamos de Siria, por lo menos en cuestión ideológica.
Lo sucedido en Siria es claramente producto de las circunstancias bélicas que ese país está viviendo; por otro lado, en México, pareciera que si bien tenemos cierto conflicto bélico, no somos del todo conscientes del mismo y cuando estamos conscientes preferimos formar parte del bando "malo"
No dudo que en México exista un niño de cuatro años que sepa lo que es un sicario, un narco o que incluso, -¿Por qué no?- sueñe con ser uno.Y no los culpo, a decir verdad la idea de ser un campesino marginado y que después de matar a unos cuantos, distribuir drogas y burlar la ley pueda llegar manejar un Ferrari, vestir a la moda y tomar Buchannan's a cualquiera puede atraerle.
Los niños mexicanos están expuestos a violencia en todo momento, Hegel aseguraba que el ser humano tiende a adoptar y repetir una idea sin cuestionarla, por el mero hecho de haberla heredado, esto sin duda ocurre en México, donde sobrevive no el más fuerte, ni el que mejor se adapta (Sorry, Darwin) sino el más chingón. ¿Y quién es el más chingón? Pues el que maneja un Ferrari, bebe Buchannan's y viste a la moda, el que, por medio de un arma, impone respeto y el que evade la ley sin repercusión alguna, es decir, el que hace lo que le viene en gana.
Una sociedad que parece estar destinada al fracaso podría estarlo desde el momento en que es preferible que la adolescente tenga 3 hijos antes de cumplir 21 a hablarle de sexo o de (en voz bajita) a-bor-to. En la que la respuesta al "¿Para qué voy a la escuela?" de un niño suele ser "Para que consigas un buen trabajo y ganes dinero" y en la que la más grande aspiración del obrero promedio parece ser ganar un asiento en el metro. Si a esto le sumamos una gran apatía por el otro, ¿Qué resultado tenemos? Fácil: un país donde 43 estudiantes merecen ser quemados porque "Pinches revoltosos que se pongan a trabajar" donde "Seguro la violaron por traer falda" Pero no hay bronca papás, ustedes síganle dando material léxico al chamaco, al fin y al cabo de él no depende el futuro del país ni del mundo.
No crean que soy un pesimista, yo no pierdo la fe y menos ahora que el Cuau, Carmen Salinas y Sabrina Sabrok están por llegar al poder, con ellos seguro se arregla todo.
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